martes, 14 de abril de 2009

carne variada


Arráncame de mí y quédate con todo. No lo necesito, pues vivo (o más bien sobrevivo) de tí.
Te regalo mis pulmones, pues tu aire es el mío, que cuando lo contienes o suspiras me... me ahogo. Para tí mi corazón, que va a tirones y ya está podrido de latir. Las mariposas de mi estómago también han decidido huir de mí y seguirte donde quiera que estés.
Podría ir diciendo uno a uno cada órgano, parte o glándula de mi cuerpo que te he regalado hasta sentirme eviscerada, anulada, vacía... En un espectro andante convertida, espero a que me alimentes cual feto en el vientre materno; acurrucado en su mundo.
Yo vivo acurrucada en el mío, esperando. Sólamente esperando...te.
Luz...
Tras mucho pensar, he decidido que eres... eres luz.
Esas pequeñas líneas de luz que se cuelan entre las rendijas de una ventana de madera. Esa luz fría del alba, del amanecer congelado del más puro invierno. Esa que no te esperas, que te despierta, esa que te abruma al sentir su primer contacto.
Luz teñida de colores rosados, violetas, azules, anaranjados...
Luz que hace que te despiertes un día más.
Pura ensoñación...si, eres luz

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¡Oh, mierda! Me olvidé la cámara de fotos.

Preparada

Ya voy de camino. Bueno en realidad llevo estando "de camino" desde ayer por la noche, pero me faltaba hacer la maleta.
¿Y qué me llevo?¿A qué voy realmente? Buen tiempo no va a hacer... pero esperemos que tampoco llueva... ¿Y si me llevo símplemente papeles, mil papeles, un boli (o dos), un par de trapitos y un libro? Finalmente metí en la maleta medio armario, miles de folios, un estuche lleno de bolis y lápices de colores y mi portatil. Es decir todo y más de lo que pensaba llevarme en un principio. Bueno todo menos...menos el libro, que me lo voy a comprar allí.
Y así me veo: con un vestido medio desteñido y bastante antíguo, unas medias demasiado rotas, mis zapatos descosidos por todas partes y el pelo suelto y despeinado. Maleta en mano y un nudo en el estómago. ¿Preparada para irte sola al mar?
Allí sé que me esperan muchas cosas: las piedras, blancas ya de la sal, la arena, la montaña aquella tan alta que tapaba una nube, el faro (¡cómo me gusta mirar el faro por las noches, ahora que recuerdo!)y el mar...sé que me espera el mar, que aunque está en constante movimiento, sé que va a estar ahí, delante mío todos los días, esperando...

lunes, 13 de abril de 2009

No, no es una huída, es sólo una pausa

Después de mucho pensar, he decidido que me voy a la playa. Estoy quemada de Madrid, de sus calles caóticas, de las multitudes de gente y de sus altos edificios. Raro en mí, pues me considero una "rata de ciudad", porque adoro el alboroto, el agobio y el ambiente cosmopolita de esta ciudad.
Y es que AMO a la humanidad, lo que me revienta... lo que me revienta es la gente.
Los quebraderos de cabeza no cesan; si no es por una cosa es por otra, por lo que he pensado que es mejor desconectar unos días de todo esto y sentirme a mí misma, sola, en una roca mirando al mar. Si, eso es lo que realmente necesito.
Mucha gente, cuando se siente agobiada tiene algún problema, buscan apoyo en ciertas personas. Estar con alguien, acurrucarse en el regazo de un amigo o persona importante para ellos es lo que les ayuda. En mi caso creo que eso no funciona así.
Siempre me he comido mis dudas, mis cacaos y mis problemas sola, bien lo sabeis quienes me conoceis. No tengo ningún problema importante, ni mucho menos. Pero necesito pensar, pensar en... en mí. Hace mucho tiempo que no me dedico un tiempo a mí, a mis cosas, y creo que merezco algunos días para dedicarme a ello.
Aunque sí que es verdad que me gustaría la compañía de UNA persona. Sería ya tanto pedir... sería demasiado para que fuera verdad. Así que me limitaré a imaginarte, como siempre.
Decidido, me voy a la playa unos días. Voy a desaparecer del mundo un rato para intentar volver con otro ánimo, con más inquietudes de las que ahora tengo, con más corazón que darte sin que tú te des cuenta. ¡Ay...ay, qué problema el mío! Y es que te digo tantas, tantas cosas...y tú no te das cuenta...

Pensamientos invisibles

Creo que iba a escribir blasfemias sobre alguien. He estado una hora escribiendo, pero he pensado que mejor no escribir nada, pues ya está todo dicho. El mejor desprecio es no hacer aprecio... o eso dicen, ¿no?

domingo, 12 de abril de 2009

Momento peculiar


Estoy estresadísima, y es que ¡hoy por la tarde me he llevado un susto poco habitual...!!
Estaba yo en mi casa sola haciendo mis cosillas cuando de repente oigo gritos, gritos que procedían de la casa de al lado. Algo extraño, porque no había nadie en esos momentos. Luego caí en la cuenta de que no eran gritos de persona; eran aullidos de animal, y es que mi vecina (llamémosla X) tiene tres perritos en su patio.
-¡Tendré que salir para averiguar qué está pasando!- Total que salgo y, efectivamente, esos aullidos provenían de su perrita, que en un intento fallido de huir de su casa estaba con medio cuerpecito fuera de los barrotes de la puerta mirándome con cara de: "ayúdame a salir o a meterme de nuevo, pero por favor no le digas a nadie que he intentado escapar de aquí".
Me armé de valor, en un intento fallido de meterla de nuevo en su patio, pero era imposible incluso tocarla. Se había hecho daño, pero daño interno. Lo que quiere decir: palidez en mi cara y ojos super abiertos con una lagrimilla de pena intentando salir.
Intenté llamar a mi vecina al móvil; imposible igualmente porque no está en España y el teléfono daba señales raras. También quise llamar a sus padres, pero por mas vueltas que le dí a mi listín telefónico de mi movil rancio, tampoco los encontré.
Así, como de la nada, de repente apareció un chico que de algún modo irradiaba luz propia, y es que por lo visto era cerrajero o algo así. Vamos, mi salvador en esos momentos. Me dijo que si YO me hacía responsable que él intentaba abrir la puerta e intentar sacar del apuro a la perrita que cada vez lloraba más (yo creo que no ya tanto de dolor, si no de rabia por no haber podido escapar). Pero yo no me veía con la responsabilidad de abrir puertas ajenas, a si que le dije que los DOS nos teníamos que hacer responsables de todo. Pero no, él sólo quería abrir la puerta y fugarse dejándome a mí con todo el marrón. (Claro, es muy fácil ser un héroe si luego la que se queda pringando si viene alguien soy yo).
Pero fui lista (en ese momento) y llamé a la persona que seguro tenía el teléfono de alguien de la familia de la pobre perrita: El vecino de abajo. (Mi tío)
Finalmente conseguimos dar con los padres de mi amiga (y también vecina llamada X), los cuales tuvieron que saltar los propios barrotes de su casa para entrar. Gracias al cerrajero oportuno y heróico pudimos abrir la puerta y sacar a la perrita de allí. Sé que en un futuro esa perra me tendrá mucho cariño, pues yo no he dicho nada de que se quería fugar de su propia casa, pues yo misma lo he intentado en alguna ocasión, (fallida) y ella tampoco ha dicho nada a nadie.
Esta historia ha tenido un final feliz, pero mientras lo pienso me doy cuenta de mi situación y mis pintas: en pijama, haciendo torrijas, manchada de leche, con un pañuelo de leopardo, los pelos de punta y una crema anti-ojeras que jamás me he hechado (tenía que ser hoy).
La situación era indescriptible.
Lo raro es que no hayan pensado que fuera una loca/psicópata y me hayan creído.
Tarde interesante donde las haya.

sábado, 11 de abril de 2009

...



No, no quiero copias pixeladas;
no quiero cadáveres andantes que deambulan por la ciudad.
No quiero ir hacia la dirección que indican las flechas y que todos siguen.
No quiero ser uno más, no quiero ser como ellos.


Porque estoy bien en mi mundo etílico y de paranoia constante.
Porque sé que voy a encontrarte aquí; sé que debo encontrarte aquí...
Porque nadie puede ver lo que yo veo, sentir como yo siento,
porque sé que tú me entenderías; porque hacer el amor contigo sería una tontería, pues ya estarías dentro de mi.


Sí, se que te voy a encontrar, y entonces, sólo entonces podré saltar y gritar que soy libre.
Porque sí, y jamás seguiremos los caminos marcados y mil veces pisoteados,
seguiremos el nuestro, que inventaremos nosotros, nuevo y a estrenar.
A veces pienso que ya te he encontrado, pero vuelas demasiado alto y no te podría alcanzar jamás...

Para tí


Y arráncame los ojos, puedes quedarte con ellos si quieres. Pues ya me quedé sin corazón, todo lo veo grisáceo, sin color, sin vida ninguna...ya no late nada en mí, no tengo impulsos, no tengo nada que me motive a seguir... ...y lo único que hace que sienta vibraciones en mí es una mentira. Sigo buscando la libertad individual, apenas existente ya... Soy incapaz de ver libertad, sentimiento, felicidad y sobretodo soy incapaz de ver VIDA. Por esto es por lo que te doy mis ojos; como ves, ya no los necesito.